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HISTORIAS DE JAZZ

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HISTORIAS DE JAZZ

Como aquella historia que contaba Marino, ¿te acuerdas? Aquélla que siempre contaba una y otra vez hasta ponernos la cabeza loca. Qué tipo más curioso. Se apoltronaba en su sillón primero, para encenderse un buen habano de aquellos Punch que le enviaban de San Cristóbal, luego con ritmo pasmoso cogía una de sus largas cerillas y prendía una hebra de cedro hasta acercarla en pequeños círculos aéreos hasta prender una gran llamarada mientras sorbía como un dragón para dejar escapar las densas volutas de su moreno capricho. Empezaba a resoplar hasta dejar volar unas cenizas que habrían servido para comenzar un buen rito de Cuaresma. Luego pedía que entrásemos de uno en uno, blandiendo la tarjeta que nos había proporcionado su secretaria, aquella gordita que habría querido cantar en una gala del Ejército de Salvación, para pedirnos una improvisación de no mas de un minuto. Luego daba tres aplausos cortos y sentidos. “Te llamaré” decía. Y llamaba... ya lo creo que llamaba.

Cuando sonaba el teléfono te lo imaginabas allí sentado, con su puro y su ritmo cadencioso, exasperante. La historia cambiaba con aquella llamada. Luego llegabas al club, abajo en pleno Village, te recibía con su sonrisa burlona y sus mofletes colorados, reveladores de alguna ingesta en proceso de macerado. Empezaba la fiesta, el ambiente único. Las mesas ocupadas desde tres horas antes. Cigarrillos, y whisky...mucho whisky. Aquellas mujeres pedían mesa con semanas de antelación, se recogían el pelo en sus graciosos moños y movían sus hombros espasmódicamente dejando a su arbitrio sus idénticos collarcitos de perlas. Luego todo se recomponía como en un cuadro de Hopper, ordenado y preciso.

Última actualización el Viernes, 09 de Abril de 2010 09:12  

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Miguel Hernández. Concha Zardoya.

NORTESUR

La editorial Nortesur está realizando un trabajo impecable en la eleccion de sus títulos y éste que presentamos no es si no una confirmación de tal extremo.Concha Zardoya realiza una semblanza que va mucho más allá de la mera biografía del personaje. Dividido en dos partes el libro presenta una hagiografía vital del de Orihuela. Su vida, su juventud, y los avatares de un hombre asceta que marcaron su vida y su obra. Lejos de remilgos y de estúpidas memorias hístóricas este no es un libro para recordar nada a ningún desmemoriado. Aquí se tratan los hechos vitales de un hombre que vivió como sufrió, y sufrió como vivió. Un personaje clave de nuestra historia, un poeta inmenso que no pertenece a ideologías ni a acredos. Pertenece a su hambre y a su miseria. No busquen anatemas políticos ni la politización del personaje, tan de moda ahora en todo lo que ocurrío antes de 1975. Este hermoso libro es un libro de poesía, de la ballíesima poesía de Miguel. En la primera parte se traza su vida de forma rápida y concreta , sin complacencias enlos detalles más horribles, porque el libro no tiene trampa. La segunda parte es un análisis casi científico de la palabra de Miguel, de su uso, sus recursos, su técnica. La interrelación de ambas permite la comprensión de la actividad de un poeta que no se presenta como ningún mártir si no como un maravilloso artista.... eterno.

Para  siempre Miguel Hernández

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.