ARVO PÄRT, LA GÉLIDA BELLEZA DE LA MÚSICA CRISTALINA

Domingo, 12 de Febrero de 2012 09:34 DANIEL LOPEZ FIDALGO
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arvo pärt

ARVO PÄRT

Como una gota de agua que se hiela, y antes de helarse insinúa el cristal en que se convertirá para siempre, siendo ésa su muerte, eternamente bella.  El arte cristalizado, gélido , límpido, con la transparencia que deja ver el alma, lo más puro. La música de Arvo Pärt sume a quien la escucha en una suerte de misticismo moderno, de ascesis; un camino que eleva y hace de la escucha una experiencia de tránsito. La pureza de esta música no tiene similitud posible con ninguna otra a este lado de la vida.  Arvo Pärt diseña universos paralelos, entidades que viven separadas de las concepciones artísticas al uso. Si hay otros mundos pero están en éste,  como decía Paul Eluard, el mundo de Pärt está en el límite de éste, en una exosfera maravillosa. Su música se sitúa en el borde extremo de esta vida, parece música ultraterrena, liviana, sutil, embriagadoramente hermosa. Arvo Pärt crea esferas perfectas que se tocan tangencialmente sin invadirse.  Esta música se debe parecer mucho a la que dicen que se escucha antes de morir.

Estremecedora música de piano, el piano de cristal, con una superficie pura como la de un espejo recién pulido, puro azogue que se suaviza hasta hacer un eco brillante, Spiegel  im Spiegel es ya un clásico de la modernidad, -tanto con piano y violin (excelsa interpretación de Lisa Batiashvili y Helene Grimaud) como con piano y cello-;  "Tabula Rasa" o "Cantus in memoriam Benjamin Britten", con la inquietante aparición de los violines, la sonoridad de la vida futura, casi en la memoria de un ángel.

Pärt no da tregua, no permite que el espíritu se recomponga ante la emoción de escuchar sus partituras, "Für Alina" estremece, "Summa" trae a la cuerda al primer plano del lirismo nórdico , "Missa Syllabica" sobrecoge con su belleza contenida hasta la emoción.

Pärt se recrea con la belleza de la voz humana, sus estudios de canto gregoriano le hacen verter  los sonidos más hermosos al servicio de composiciones que se inspiran en el ancestro tradicional. La voz en Pärt entronca con los hermosos  sonidos  de los oficios religiosos ortodoxos, los cantos de "Annum per annum" traen su causa de los cantos estonios, de la religiosidad autosuficiente que puede sentirse hoy todavía en la catedral de Alexander Nevsky de Tallin.
El hielo que toca el alma, la cristalina experiencia de la toma de conciencia de que otra sonoridad es posible, el viento gélido del Báltico que produce irisaciones en el espíritu como una aurora boreal lo hace el azul helado de las noches nórdicas.

 

 

Última actualización el Lunes, 18 de Noviembre de 2013 10:20