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 Praga.- 14 de enero de 2012.

El pasado dia 14 de enero tuvo lugar en Praga en la sala Dvorak del Rudolfinum uno de los primeros conciertos del año. A estas alturas de año Praga suele ser una ciudad bajo la nieve, en esta ocasión el tiempo fue benévolo con nosotros y pudimos llegar hasta el Rudolfinum soportando el gélido viento del Moldava pero la nieve que cayó el dia anterior no se hizo notar en una jornada que vio cómo se agotaban las entradas para ver a la excelente Orquesta Filarmónica de Chequia en su habitat natural. La sala Dvorak del Rudolfinum a diferencia de la Philarmonie de Berlin o la Concertgebow de Amsterdam , desde donde ya hemos cubierto otros eventos, se nutre de manera exclusiva de público praguense.

La ciudad de Praga ama la música y ama a su orquesta más reputada por lo que poder acceder a la sala Dvorak es un honor, y más desde el lugar privilegiado en que nos ubicó la organización por lo que expresamos nuestra gratitud. La música en Praga es algo más, existe un sentimiento colectivo de aprecio a la música que se observa desde cada rincón de la ciudad. La música clásica es en Praga una religión de obligado precepto desprovista de cualquier ornato que la sitúe cerca del acto social. En Praga la música se vive, el público accede con devoción casi mística al sacrosanto recinto para digerir con pleitesía cada nota como si fuera la última audición. En este ambiente de fervor musical la Filarmónica de Chequia deleitó a los praguenses que vencieron a los gélidos vientos de la orilla del Moldava, con la obra de Lubos Fisher " Fifteen prints after Durer´s Apocalypse"  para seguir con la Sinfonía número 1 de Brahms .

La interpretación exacta y perfecta. la Filarmónica tuvo ante sí dos partituras que permitieron que se expresase con libertad en registros bien distintos. La obra de Fisher, obligaba a la más absoluta contención armónica, pieza de extrema dificultad interpretativa fue abordada con gran inteligencia por el director, en esta ocasion el gran Tomas Netopil, una de las realidades de la nueva dirección en Europa. Netopil he realizado un trabajo digno de todo elogio al frente de la Sächsische Dresden Staatsoper, y su actividad en Praga está siendo frenética ya que a su estadía al frente de la Filarmónica se une su actividad como director musical del teatro nacional (Narodni Divadlo). La segunda de las piezas permitió a la orquesta recrearse con una bellísima partitura en la que Brahms reinterpreta con maestría el modelo sinfónico. Un concierto para el recuerdo en una fría y bella tarde de invierno enla ciudad que tanto amó Mozart.

PHOTO UNDER PERMISSION CESKA FILARMONIE