Hace poco tiempo traíamos a nuestra páginas el nuevo disco de Alice Sara Ott y dedicábamos nuestra portada a Olafur Arnalds y su callada música. Pues bien, en esta ocasión y de la simbiosis perfecta entre ambos estilos aparece editado por Deutsche Grammophon, este disco que es una delicia de principio a fin. The Chopin Project, en la línea de re-composiciones cuyo mascarón de proa es Max Richter,es un disco perfecto, redondo o cuadrado, como se prefiera.
Chopin sirve de hilo argumental para el desarrollo de ese minimalismo hermoso e íntimo, de ese ambiente de introspección que siempre propone Olafur Arnalds. El disco ha sido grabado con diferentes clases de pianos, con instrumentos vintage para crear esa atmósfera íntima sobre la sólida base de las partituras de Chopin. Arnalds, partiendo del genio polaco, da una vuelta más, como hiciera Richter con Vivaldi, para presentar un producto respetuoso con el maestro que lo inspira y dotado de una mayestática belleza, etérea y casi ultraterrena.
Alice sara Ott , la excelsa pianista germano japonesa se sitúa al frente de proyectos magníficos en los últimos tiempos, y sigue en una línea muy original, dotando a su carrera de un interés reforzado que la ubica en un sector diferente. Como ya hiciera en su reciente unión musical con Francesco Tristano , este nuevo proyecto marca diferencias. Este proyecto cuaja un disco maravilloso, digno de toda recomendación a los programadores, este tipo de música que hunde raíces en el repertorio clásico pero que evoluciona hacia una música delicada y moderna en su concepto, puede y debe ser reclamo para animar a la juventud española a acudir sin miedo a los auditorios de música clásica y regenerar el tejido social para crear un público moderno que vaya tomando posiciones y disfrute de la música más elevada, tal como ya sucede en países de nuestro entorno.