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Erroll Garner

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Erroll GarnerLa viva imagen del swing hecho hombre. Un tipo tranquilo y entrañable, ese era Erroll.

El nene o el Niño de Art Tatum se convertiría en uno de esos personajes que llenan

 de nostalgia melancólica todo lo que tocaron, cuando ya no están. Su familia rebosaba pianistas por todas partes, pero a Erroll le entretenía más jugar y escuchar a su s hermanos que sentarse a practicar . Poco a poco fue haciendo propio el gusanillo de quien tiene el virus de la música bien anclado a los genes. Concursos de radio y televisión constituyen su primer entrenamiento , pero sustituir a Art Tatum es otra cosa. Esa sustitución, como tantas otras en la historia de la música , es providencial para una carrera que se verá iluminada por mil destellos de gloria.

Su evolución pasa por grabar junto a Charlie Parker nada más y nada menos que Ornithology, un tótem en la historia del jazz moderno. Más tarde en 1948 parís descubre a este tipo genial, todo bondad, que disfruta y hace disfrutar a quien le escucha de manera que todo parece pararse a su alrededor. Sus grabaciones para Columbia y  el disco Misty hacen de Erroll un referente.

Su música parece crear un ambiente especial, ese que los directores buscan para alternar con secuencias que parece pedir jazz a gritos. Pues bien Clint Eastwood que de esto sabe bastante se fija en él para la banda sonora de su película Escalofrío en la noche. De nuevo el jazz en la banda sonora de una película siguiendo el camino que comenzara Miles Davis con Ascensor pour L´ Echefaud.

Garner era un jazzman en el sentido más cinematográfico de la palabra. Un tipo sencillo , lleno de vida y de humildad que parece poder ofrecerte el ultimo cigarrillo antes de bajarle la tapa a su piano.

 

 

 

Última actualización el Domingo, 01 de Febrero de 2009 19:45  

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SI BEETHOVEN PUDIERA ESCUCHARME.

RAMON GENER. ED NOW BOOKS

  

 Si "Beethoven pudiera escucharme" de Ramón Gener que hoy traemos a nuestras páginas es un libro de una hermosa simplicidad. Hablar de música clásica y hacerlo de forma amena y cercana es una virtud que hay que saber cultivar a lo largo de las páginas para mantener una equidistancia y un equilibrio necesario entre el didactismo y la amenidad. Gener, especialista en divulgación musical, barítono y enamorado de la música en todas sus expresiones es el perfecto conductor de un libro lleno de peripecias vitales, anécdotas y vivencias que son un regalo para los amantes de la música y para quienes alberguen ilusión por serlo.

Acercarse a la música clásica, perder ese respeto ancestral que existe en nuestra sociedad española es el primer paso para el deleite de un arte que se puede disfrutar cada día de una vida. Gener trata con maestría su pasión por la música y lo hace desde un nivel cercano, ameno casi de amigo. Ese amigo que seguro serviría para acercar la música clásica a quienes aún la ven como algo lejano y aburrido. La música, como todo, puede ser maravillosa, pero puede haber escollos en el camino, Gener con gran sentido del humor analiza los obstáculos que él mismo tuvo que sortear hasta hacer de la música su vida. Ese camino vital, servirá  a muchos para aprender a disfrutar de la esencia de la música que siempre nos aguarda, como la amante fiel. Al fin y al cabo el camino siempre cuenta aunque Itaca nos pueda quedar lejos