Manuel Pablo Larrea
Profesor del Music Termidor de Oxford
La vida de Ligeti es una de las crónicas de la base evolutiva de la Europa del otro lado del Telón. Su formación se ve truncada con la aparición del imperio nazi, 1943 es una fecha clave para entender la evolución de Ligeti y para entender la progresión de la composición sinfónica en toda Europa . Los grandes movimientos de pensamiento musical habían fraguado desde principios del siglo pasado, pero es la figura de Ligeti un hito relevante en el entendimiento de la fusión de un clasicismo tardío representado por Bartok con un modo moderno de entender la composición que llegó hasta nuestros días.
Figuras poco conocidas como Koening o Stockhausen son para Ligeti el primer referente de un nuevo entendimiento musical que le permite significarse más allá de una Hungría deprimida y desazonada. Desde su primera Musica Ricercata, de estilo esencialmente gris, revelador de una estética de guerra fría hasta sus comerciales bandas sonoras para Stanley Kubrick la vida de ligeti es el viaje de un hombre que busca la esencia del color de la música, lo que el mismo definió en su día como texturas. Una música que parece poder tocarse , que parece con la mano, que se masca , que puede resultar de una densidad sobrecogedora , pero al tiempo puede sentirse como una reminiscencia del arte clásico en un avanzado nivel de comprensión lógica.
Ligeti trata la música como una masa informe a la que poder moldear con su paciencia y con su sapiencia. La materia prima es la vida concebida como un mecanismo de análisis interior que no deja indiferente a nadie. La música como modo de conectividad, ese es un primer concepto del que partir. Más tarde la electroacústica por la que tantas veces se vio seducido. Una forma de creación polifónica que matiza enrevesadamente las mil formas de armonía no para tratarlas de manera tajante sino para mezclarlas hasta crear una nueva forma por el sólo hecho de haber manejado la armonía en su ductilidad.
Ligeti trabaja de igual manera el ritmo, hasta concretar gran parte de su última trayectoria vital de un modo digno de un maestro. Hasta su última obra, el concierto de Hamburgo, todo lo precedente es la historia de un hombre marcado por la búsqueda constante: todo tiende la expresión sinfónica, incluso con la utilización de someras escalas hasta alcanzar resultados tan escalofriantes como el de su Réquiem. Alcanza Ligeti un puesto sublime en la historia de la música sin duda tocado por la luz eterna de su música.