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Ike Quebec, la belleza de la simplicidad

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IKE QUEBEC , LA BELLEZA DE LA SIMPLICIDAD

DANIEL LÓPEZ FIDALGO

El mundo está  repleto de hombres importantes.  Decía Montaigne que la importancia de un hombre suele ser inversa al ruido que hace. Quebec hacía poco ruido y mucha música. Una música deliciosa que no le ha hecho pasar a la historia del jazz como uno de los primeros de la línea de vanguardia pero  que debe ser tenido como uno de los más grandes.  Su infancia, como la de tantos otros ,ocurrió en un Harlem arquetípico: familias de clase baja negra, niños en la calle todo el día, abuelas orondas que distaban tan sólo una generación de la plantación, con un moño recogido en lo alto deseando que pasara la semana y llegara el domingo para cantar en misa.  Padres que aún veían lejana la Nueva York del otro lado del parque. Unos pocos kilómetros de distancia de Central Park South y una eternidad la que los separaba de ese mundo de blancos al que se dirigían a limpiar , teniendo que atender a sus vejigas en servicios exclusivos para la raza sureña. Madres que se afanaban en aquilatar exiguos presupuestos para tratar que la prole no se diera cuenta de que su destino estaba definido con nitidez.  En esas, el bueno de Ike, dio rienda suelta a ese instinto tribal que latía a sólo un par de generaciones de distancia y empezó a bailar. A bailar como un maldito, aquí y allá. Le gustaba hacerlo y ¡qué demonios!  era una costumbre que podría reportarle algunos dólares. La música era lo suyo, eso estaba claro, pero debía hacer algo más que bailar. El piano fue su aliado en esa primera deserción de la danza. Después del piano descubrió el saxo. Ese maravilloso instrumento que brilla hasta cegar los clubs y darles algo de brillo en las noches viciosas.

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QUIET NIGHTS. DIANA KRALL

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QUIET NIGHTS

VERVE.DIANA KRALL

Vuelve la canadiense con un disco de tono íntimo y cálido, baladas que suenan a Jobim y Astrud Gilberto pero que evidentemente no tienen la frescura brasileira de cuando Gilberto las cantaba como si fuera la auténtica Garota de Ipanema. Krall ha creado ,como siempre una obra comercial y excelentemente concebida, arreglada a la prefección y orquestada con una exquisita elegancia. El disco invita a quedarse en casa disfrutando de un sonido maravilloso, cálido y relajado. Todo lo que hace Diana Krall es realmentre bueno, si bien este disco puede defraudar a los amantes del auténtico sonido brasileño. Nada que ver este disco con las interpretaciones que Getz hizo de Jobim ni por supuesto con ningun disco de la mágica Astrud Gilberto. Esto es sonido cerebral , interpretación exquisita,sonido limpio pero el envase , no nos engañemos es sajón.Gracia la justa-

Última actualización el Sábado, 02 de Mayo de 2009 10:13
 

ROLANDO VILLAZON SE EMPAPA DE HANDEL

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villazon

Arias ( Edición lujo )
Tenor:  Rolando Villazón
Director de Orquesta: McCreesh, Paul
Compositor: Handel
Orquesta: Gabrieli Players

 

La nueva joya de Detsche Grammophon encuentra a un Villazon que a su vez se encuentra a  sí mismo en un repertotio tan novedoso para él como verlo a nosotros dejarse el alma para emocionar con la música de Haendel. El disco cuidadosamente editado con libreto y DVD es un homenaje al sentido del gusto y la estética vocal. Una auténtica maravilla el trabajo de Paul McCreesh y del propio Rolando Villazón que poco a poco se situa discretamente en la cumbre . Haendel necesita poco aditamento, pero Villazón se despelleja para suplir su falta de experiencia barroca creando auténticas delicias. Un disco que recomendamos si reservas una joya en la estantería para recordarnos de vez en cuando que la vida realmente puede ser bella. Tras un dia vulgar,  dos minutos del Ombra mai Fu nos ubican de repente en la atalaya intelectual de la que no se debiera descender nunca

Última actualización el Sábado, 02 de Mayo de 2009 10:13
 

CAPULETOS Y MONTESCOS. BELLINI

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montescos y capuletos

Bellini: I Capuleti e i Montecchi
Intérprete: Netrebko, Anna - Garanca, Elina - Calleja, Joseph
Director de Orquesta: Luisi, Fabio
Compositor: Bellini
Orquesta: Wiener Symphoniker
Sello Discográfico: DEUTSCHE GRAMMOPHON

El nuevo album de Deutsche combia la fuerza y la sensualidad de Elina Garanca y Anna Netrebko. Atribuibles ambas características en iguales proporciones a ambas, este disco juega con la ambigüedad y la belleza. Grabado en Viena ,el disco es una delicia técnica de sonido cristalino y perfecto con dos voces que van y vienen, que se superponen y se mezclan para crear una sonoridad majestuosa y llena de mil matices que se van descubriendo en las sucesivas audiciones. Un toque de femenina melancolía con una premetitada timidez ,que hace de este disco una obra maestra; una auténtica maravilla de creación, otro seguro éxito de Deutsche y una muesca más en las carreras de Netrebko y Garanca

 

Última actualización el Sábado, 02 de Mayo de 2009 10:14
 

¿TE ACUERDAS?

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chambers

DANIEL LOPEZ FIDALGO

¿Te acuerdas Paul de aquellas tardes en Detroit? Aquellos días en los que pensabas que lo tuyo era el saxo. Cuando pensabas que un muchacho como tú debía dedicarse a soplar y soplar hinchando mofletes. Si estaba claro que no te gustaba…, no sé cómo tardaste tanto en darte cuenta de que lo tuyo era la cuerda. Si es que la cuerda también le presta al jazz lo que necesita, y tú empecinado como siempre en seguir por donde no te había llamado nadie. Menos mal que al oir a Kenny Burrell acabaste de entender que la cuerda es la delicadeza que tu espíritu inquieto necesitaba. Hay caminos tortuosos pero te diste cuenta a tiempo. No nos pasa a todos Paul. Acuérdate de muchos de tus amigos de Pensilvania. Qué cantidad de talento desaprovechado. ¿Hay algo más triste? ..Bien sabes que no.

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Newsflash

STONER

  

STONER. JOHN WILLIAMS

Editorial Baile del Sol

 

Esta es la historia de un libro bellísimo, de un libro olvidado durante años que no ha tenido el éxito que merece en nuestro país, pero acabará teniéndolo, estamos empeñados en ello. Gracias a editorial Baile del Sol y a su trabajo inteligente podemos disfrutarlo

Stoner es la historia de un hombre común, un hombre vulgar, héroe de su propia cotidianeidad. Un hombre como los de Capra, un hombre como James Stewart, ese americano medio que renuncia a sus sueños fagocitado por la abrumadora presencia de la vida, pre diseñada, que urde sus hilos invisibles como Aracne. Stoner, cuya presencia es una piedra, una losa en cada página del libro es un hombre de Missouri, labrado a la usanza de la vieja América, siempre tan nueva. Medio rural, granja, padres esforzados y favores debidos. Losa de un esfuerzo de la generación precedente con el que uno parece sentirse siempre en deuda;  esa deuda es la losa, el peso que se transporta sobre la espalda. La lucha por la vida en un ideal casi barojiano, la universidad americana, el esfuerzo. Después la vida anodina, la falta de estímulo, la mujer melancólica que distancia del afecto, luego una hija, más tarde los problemas, la persecución del malo, siempre hay un malo en nuestras vidas, Lomax es el malo de Stoner.

El tedium vitae, el envejecimiento prematuro, la vida que se escapa y no hay quien la detenga. No se puede detener la vida. Después el aire fresco, el nuevo impulso vital, la primavera postrera que llena de ilusión los días de amargura como en una libertad condicional bien merecida. Ecos que luego se verán en Coetzee. Stoner acepta con resignada fuerza los avatares intangibles del destino. Stoner es un estoico.

Stoner es un poco Holden Caufield y un poco Hans Castorp. Stoner presta su carne al drama de la existencia, al pasar de las horas que hieren hasta que la última produce, como en el adagio latino, la necesaria consecuencia. Stoner es un libro inmenso en su simplicidad, una historia que nos suena, tal vez la estemos viviendo o la hayamos vivido. Tal vez seamos Lomax, o la señorita Driscoll, o tal vez seamos Stoner.